Camiño de Santiago

Camino por la Ría de Muros-Noia

Una Ruta histórica y, al tiempo, en construcción. El reciente reconocimiento oficial del Camino de Santiago por la ría de Muros-Noia permite seguir las huellas de los millares de peregrinos que lo anduvieron desde el siglo XII, con la calidad turística exigible en pleno siglo XXI. En diciembre de 2020 se oficializó este recorrido, lo que permite a quien lo escoja como vía para llegar a la tumba del Apóstol la consecución de la Compostela, el certificado que prueba la peregrinación jacobea.

El visto bueno por parte del Cabildo de la Catedral de Santiago es fruto del esfuerzo común realizado por los nueve municipios por los que discurre el itinerario, entre los que está Rois junto con Muros, Outes, Noia, Porto do Son, Lousame, Brión, Ames y Santiago. Integrados en la Asociación de Concellos do Camiño da Ría de Muros-Noia, impulsaron el trabajo de investigación histórica y delimitación del trazado.

La ruta tiene la peculiaridad de contar con un doble punto e inicio, desde una y otra orilla de la ría de Muros-Noia. La variante muradana del norte es algo más larga, con 78,3 km; mientras que la alternativa sonense tiene una longitud de 53,6 km. Una vez que se junta en Noia, el trazado continúa por Lousame y se dirige hacia el interior por Rois, atravesando después el Val da Maía para acercarse al destino final: la tumba del Apóstol en la catedral de Santiago.

A su paso por Rois, el Camino va enlazando los núcleos de Martelo, Codeso, Agrafoxo y Urdilde. El trazado atraviesa un paisaje que reúne varios elementos patrimoniales de interés: la necrópolis de Chan do Codeso o Martelo, un conjunto de siete mámoas o sepulcros del que dejó constancia Manuel Murguía en su fundamental Historia de Galicia; dos castros, en uno de los cuales se encontraron una olla de barro llena de monedas y un ídolo de la Edad del Hierro; cruceros como el de Ramón Lago o el del campo de la fiesta de Urdilde y la iglesia y casa rectoral de esta localidad muestran la evolución de este antiguo camino de peregrinación, favorecido por una fertilidad que atrajo diferentes pueblos y culturas a lo largo de los siglos.